En un acontecimiento sin precedentes bajo la gestión de Javier Milei, presidente libertario, Toyota se verá obligada a paralizar por completo su planta de Zárate el próximo lunes. Este inesperado parate productivo responde a la escasez de insumos necesarios para la integración de unidades, una problemática que también afecta a otras grandes automotrices como General Motors, Volkswagen, Renault y Nissan, las cuales decidieron extender la inactividad de sus plantas, inicialmente programada por las vacaciones de fin de año.

Según el portal InfoGremiales, la falta de abastecimiento de piezas ha generado incertidumbre sobre el futuro del sector automotriz para el año en curso. La suspensión de la producción en la planta de Zárate evoca a los difíciles momentos vividos durante el macrismo, donde se registraron 19 turnos suspendidos debido a la crisis económica.

La problemática, que afecta principalmente a las exportaciones, refleja una situación generalizada en el sector. A pesar de la flexibilización del régimen de importaciones y las liberaciones iniciales de dólares por parte del Banco Central, las automotrices se encuentran en aprietos financieros. Con deudas acumuladas que superan los US$7000 millones, según datos de la Asociación de Fabricantes Automotores (ADEFA), varias empresas extranjeras han anunciado la retención de nuevos suministros hasta que estas deudas sean saldadas. La incertidumbre económica en el horizonte plantea desafíos significativos para la industria automotriz durante la administración de Milei.