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Trabajadoras temporarias de Ferrero llevarán su reclamo a la Justicia

Un grupo de trabajadoras y empleados contratados bajo modalidad de temporada por la empresa, denunció haber sido desvinculado de manera irregular.

Trabajadoras temporarias de Ferrero llevarán su reclamo a la Justicia

Un grupo de trabajadoras y empleados contratados bajo modalidad de temporada por la empresa, denunció haber sido desvinculado de manera irregular.

Ferrero Argentina, multinacional del sector alimenticio, enfrenta reclamos de 26 trabajadores y trabajadoras que aseguran haber sido despedidos sin las garantías legales correspondientes. Las primeras versiones se tratarían de operarias temporarias y empleados clarkistas que desde hace años prestaban servicio bajo contratos de temporada.

Las empleadas explican que, desde Ferrero, buscarían reemplazar ese esquema por otros más flexibles, lo que derivó en una desvinculación masiva. Según contaron, la notificación, sin embargo, no habría llegado en forma de telegrama ni comunicación oficial, sino a través de mensajes verbales y con la negativa de permitir el ingreso al establecimiento.

“El 5 de agosto nos presentamos en la puerta de la empresa y nos negaron la entrada. Nos dijeron de palabra que habíamos quedado afuera. Fue algo desprolijo y muy doloroso”, relató una de las trabajadoras en diálogo con este medio. El malestar se tradujo en 14 demandas individuales que ya fueron presentados contra la compañía, además de la denuncia colectiva ante el Ministerio de Trabajo con sede en Capilla del Señor.

El reclamo central apunta a que, según la normativa, una vez superados los 213 días laborables, el vínculo debería computarse como un año completo de trabajo. Esa diferencia impacta en las indemnizaciones, que —aseguran— fueron liquidadas de forma parcial. Algunas de las trabajadoras señalan que, tras casi dos décadas de tareas en la planta, se les reconocieron solo 13 años en lugar de los 18 que efectivamente cumplieron.

Además, indicaron que la situación se agravaría con la interrupción de la obra social, cuando la ley establece que debería mantenerse durante tres meses después del despido. Paralelamente, contaron que la empresa habría ofrecido retiros voluntarios con un 10 por ciento adicional, una propuesta que fue rechazada por buena parte del grupo por considerarla insuficiente frente a la magnitud de lo que reclaman.

“Estamos en shock, nos echaron de un día para otro y no terminamos de caer en esta situación. Uno dio todo durante años y de repente se siente descartado”, confesó otra de las afectadas.

El conflicto laboral no solo visibiliza un choque entre una multinacional y su personal, sino que reabre el debate sobre los límites de la contratación de temporada. Por ahora, el futuro es incierto. 

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